Seguimos visitando rinconcitos de este país…
Este fin de semana hemos estado en Granada, que es una de las paradas obligatorias aquí. Es un departamento grande y bonito pero muy turístico, pierde la esencia de lo autóctono. Desde que llegamos nos ofrecían paseos en carro de caballos para ver la ciudad, artesanía, hostales para alojarnos…Pasamos allí la noche y vistamos la catedral, alguna de las calles más importantes de la ciudad y cómo no…también probamos la fiesta!!
Al día siguiente fuimos a otro de los volcanes de aquí, el “Mombacho”. Éste tiene para hacer varias rutas con distinta intensidad, pero dado que estábamos “de goma” como aquí dicen (resaca) hicimos la ruta más sencilla. De momento es el volcán con más encanto que he subido. Hicimos un recorrido por el cráter del volcán con vistas a todo Granada y sus isletas, a una laguna dentro del cráter de otro volcán, y a una ilimitada vegetación.
De ahí unos se fueron para nuestra ciudad y otros nos quedamos explorando más rincones. Terminamos en un pueblo llamado Katerina, cercano a la Laguna de Apoyo donde nos queríamos bañar a la mañana siguiente. Cuando llegamos a éste pueblo estaba cayendo una tromba de agua increíble (aquí ahora es temporada de lluvias). Hablamos con un hombre del pueblo para que nos ayudara a buscar algún sitio donde dormir con alguna familia porque no teníamos dinero para hostales. Tras varios intentos una mujer nos acogió en su casa por 5$ la habitación. Era una casa algo tétrica, en las habitaciones había una especie de “cajas” que parecía ataúdes y daba algo de mal rollo, pero teníamos techo donde dormir.
Tras dejar la mochila nos fuimos a buscar un sitio donde cenar porque la cocina de la casa se limitaba a un fregadero del año III y algunos cacharros…por no tener, no había ni fogones! Jeje.
Caminamos por el pueblo y encontramos otra casa de una familia donde hacían comidas, le pedimos lo más barato y devoramos.
A la mañana siguiente conseguí despegarme de Silvia que pasó una de sus peores noches y nos fuimos a bañar a la lagua. Nos llevaron en una especie de moto con una carro que pensé que salía ardiendo el motor… fue divertido. La verdad es que los medios de transporte aquí son una comedia.
La laguna es una pasada, te bañas rodeada de vegetación por todos los lados.... Hablando con algunos autóctonos nos contaron que había mucho extranjero que venía a montarse sus negocios a esta laguna (hostales, zonas de ocio…) o simplemente se hace su chavola (en el buen sentido) allí.
Exprimiendo al máximo la pasta, conseguimos llegar a la resi “sanos” (o al menos eso creíamos) y salvos.
Al día siguiente tocaba currar y ser conscientes de la que me venía encima…. Me hice amiga inseparable del señor Roca… hasta el punto de no poder despegarme de él… pasé dos días algo fastidiada y me negaba a ir al hospital de las palomas… así que suero, platanito y remedios caseros…
Como dice mi padre… nunca bien mal un lavado a fondo! xD
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